Cuando tenemos la responsabilidad de dirigir a un grupo de personas, pensamos que podemos trabajar cuando queremos y no logramos que nuestra gente nos vea como un ejemplo a seguir. Ser dueño de un negocio no es lo mismo que ser un líder. Si tú pretendes ser un líder en tu negocio debes aprender a hacer las cosas rutinariamente, pero sobre todo debes proveerles a tus empleados una visión clara del futuro de tu empresa. Como líder debes tener principios: (honestidad, humildad). Procura que tu comportamiento como líder sea aceptable. Uno de los problemas que normalmente las compañías enfrentan es la falta de motivación de sus empleados, pero para motivar es indispensable tener un objetivo. Define la misión de tu empresa. Para esto debes identificar a qué ustedes se dedican, cuál es tu mercado principal y los cambios que esperan tus clientes obtener con la compra de tus productos.
Muestra a tus empleados mejores formas de ver el mundo y convierte los retos en oportunidades de crecimiento. Identifica qué cosas les gusta a tus empleados y trata de que asocien el trabajo diario con algo placentero. Dale a entender a tu gente que su trabajo afecta la vida de muchas personas, ellos deben compartir tu visión de futuro. La prioridad de un líder debe ser que su gente desarrolle todo su potencial y para eso el trabajo de tus empleados debe representar un reto. Si diriges todos los detalles de lo que hacen tus empleados acabarás destruyendo su imaginación.
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Fuente:
Las 8 Claves del Liderazgo del Monje que vendio su Ferrari. Robin S. Sharma. 2 da Ed. (2002)
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