viernes, 10 de junio de 2011

CAMBIANDO ACTITUDES


Lamentablemente, con todo el ir y venir de la vida, nos hemos desenfocado de las cosas que realmente importan.  Nos enfocamos en hacer una carrera universitaria en una profesión que probablemente ni nos gusta, pero nos permite tener un estilo de vida cómodo.  Buscamos trabajo y nos olvidamos de todo.  A veces un día normal de muchos de nosostros consiste en levantarse, ir a trabajar, regresar a casa y dormir.  Hemos perdido el sentido de comunicación con las otras personas.   Nos calmamos  cuando internamente nos cuestionamos diciendo que es cuestión de un tiempo, que voy a trabajar duro ahora y luego voy a tener más tiempo, pero con el dinero que necesito para estar más comodo.   Eso nunca sucede, cuando tenemos unos ahorros, se nos ocurre remodeler la casa, cambiar el carro, inverter en otro negocio, al final tenemos más trabajo y más deudas.   No te extrañes, esto es normal en muchas personas, pero que sea normal no significa que está bien.
En estos momentos son pocos los que se toman su tiempo para agradarse, son pocas las personas que reconocen el esfuerzo por su trabajo y deciden premiarse.  Vivimos premiando y alagando a los demás, cumpliendo con todos, pero no con nosotros.  Piensa en esto:
“Llevas 2 años corridos trabajando hasta el cansancio, sales de tu casa a llevar a los niños a la escuela, trabajastes, sales tarde(entre 5 y 6 PM), llegas a tu casa a cocinar, a estudiar los nenes, a organizar el próximo día, a recoger, buscar la ropa de todos y se me olvidaba, si tienes pareja también hay que atenderla, aún cuando en ocasiones quiseramos dejarlo afuera con el gato, y los fines de semana hay que visitar nuestros padres, ir a la Iglesia, limpiar la casa y ponernos al día.”
Es asfixiante, si esto se repite 5 o 6 veces en semana, crème que generalmente se te olvida ir al salón a arreglarte, ir de compras, hacer ejercicio, comer saludable, salir con tus amigas, escaparte un sábado con tu pareja, ir al Doctor, darte un masaje, meditar… Y cuando esto sucede, creeme que nadie te vá a decir “Fulana, que linda te ves” , pero tú te la vas a pasar diciendo eso a otros, porque tienes que cumplir con los demás y eso te hace sentir que eres una buena persona aunque te estés muriendo por verte así o por simplemente  verte como tu quisieras.  Sí, nos deprimimos y hacemos la rutina anterior más pesada, más difícil. ¿ Cual es la clave?  Quererte.
Si tú te quisieras tanto como a tu trabajo: te levantarías temprano, tomarías un baño y cepillarías tus dientes de forma que te sientas limpio y agradable, harías una lista de qué te puede hacer más feliz hoy de lo que fuistes ayer. Harías para empezar una rutina diaria de 30 minutos de ejercicios.   Prepararás un desayuno nutritivo, dejarás las harinas y las grasas y te sentarás a comer y a disfrutar tu desayuno, no te lo vas a llevar para el carro o para la oficina.  Procura que tus hijos hagan lo mismo, enseñales cosas buenas, no rutinas que los destruyan. Buscarías la ropa más linda que tienes en tu closet, te adornarías con las prendas más delicadas si quieres verte así, te sacarás todos esos vellos que están fuera de sitio, te comprarías ese perfume que todos admiran, te cubrirías las marcas que los años han dejado en tu rostro y que solo tú debes ver, pondrías color a tus labios, harás que tu piel se sienta suave y le darás un masaje a cada parte porque se lo merece.  Te arreglarás el cabello y buscarás los zapatos que te hacen lucir más femenina, o más varonil si eres hombre .  Te mirarás al espejo y TE VAS A DECIR: QUE BIEN ME VEO o cualquier cosa que quieras escuchar en el día. Saldrás al trabajo de forma que planifiques llegar 30 minutos antes.  Al regresar de tu trabajo, harás la lista de tareas que están en tu rutina y que son indispensables para tí y tu familia, pero sagradamente tomarás al menos 15 minutos de tu día para pensar si cumplistes con tus espectativas y qué cosas debes mejorar para hacerte sentir bien, mimada y querida.  Si el día te ha provocado demasiada tension buscarás un lugar en el que tengas contacto con la naturaleza, tratarás de poner tu mente en blanco, inhalarás contando hasta 5, aguantarás la respiración  por 5 segundos y exhalarás contando hasta 5 o menos si se te hace muy difícil.  Hazlo dos o tres veces y te sentirás mejor.  Recuerda repetirte que eres bella, inteligente y que te mereces todo el tiempo que te estás dedicando.  No esperes por que otros te lo digan.  La belleza es una actitud.

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