viernes, 10 de junio de 2011

Eres Importante


A veces, después de un largo día de trabajo, cansado y sin que sucediera nada que  consideres bueno; te preguntas: ¿Acaso vale la pena tanto esfuerzo?, la respuesta es sí.  No sé cuál es el motor de tu vida, pero el mío es Dios y sé que la única razón por la cual estoy aquí en la tierra es porque él me quiere aquí.  Sí, aunque te resulte incómodo. ¿Cuál es el problema?  Somos egoístas, pensamos en nosotros mismos.  Rick  Warren, en su libro Una Vida con Propósito, nos presenta una reflexión escrita por Bertrand Russel (ateo). <<A menos que se dé por hecho la existencia de Dios, la búsqueda del propósito de vivir no tiene sentido>>.   No te  compliques tanto buscando las razones de tu existencia, cuando puedes disfrutar tu existencia para darle razones a tu vida para existir.  Desde el momento en que tú piensas que eres importante, tu vida cobra sentido.  Las cosas parecen diferentes, tenemos ánimos de levantarnos, de hacer cosas, simplemente de vivir.
Quizás ya entiendes que eres importante para Dios, y  te quedaste exactamente igual.  Piensas que el hecho de que Dios exista no cambia las situaciones que estás viviendo en tu vida, pero te equivocas.  El te dio todo lo que tú necesitas para ser feliz. Te preguntarás ¿Dónde está todo eso porque no lo veo?, Está en ti, en las pequeñas cosas que aunque parecen tontas disfrutas, en todas aquellas que haces bien, pero que un día te hiciste la idea de que no puedes vivir de eso o ni siquiera lo has pensado.  Desde pequeños nos hacen la magnífica pregunta sobre ¿Qué quieres ser?  Estamos casi 15 o 16 años pensando en qué queremos ser, porque entramos en suposiciones.  La pregunta debería ser ¿Qué disfrutas hacer?, ¿lo haces bien?, ¿te falta práctica?, entonces desarróllalo.  Si miras tu vida desde un punto de vista egoísta, eso serás.  Si lo que quieres es hacer dinero en tu vida, tener una casa grande, lujosa, autos caros, estoy completamente segura que trabajarás para eso, pero eso será exactamente lo que tendrás.    Si te dedicaras a alcanzar tu potencial en los aspectos que solo tú sabes que dominas y trabajas para eso, tendrás satisfacción y sabrás agradecer a Dios por lo que te ha dado.  Cuando nada te llena, solo peleas con Dios, te amargas.
 Alguna vez te has preguntado cómo pueden ganar tanto dinero las personas haciendo cosas tan triviales como jugar, cantar, tocar, dirigir una iglesia, hablar, etc.  La clave es un denominador común, a todas esas personas les apasiona lo que hacen, dejan su vida en eso, les genero o no ingresos, están dispuestos a sacrificarse por amor a lo que hacen.  El problema es que puedes gastar tu vida dando clases en una escuela, pero si no amas lo que haces, tu sacrificio es en vano.  Identifica que cosas disfrutas.  Si tienes un trabajo seguro, no te compliques realízalas en tu tiempo libre.  Paulo Coelho, una vez escribió: <<Las tareas cotidianas jamás impidieron a alguien seguir sus sueños>>
Solo tú conoces tus habilidades, no te subestimes.  Los activos materiales no definen la estabilidad emocional de una persona y mucho menos su esencia.  Date el valor que te mereces, dale gracias a Dios por haberte escogido para estar en esta Tierra.  Ofrécele tu felicidad y acepta que tu vida es hermosa.  No seas injusto al medirte, usa las unidades adecuadas.  No te compares con nadie.  Piensa en qué cosas haces bien que puedas ayudar a los demás.  Hasta las grandes cadenas de comercio piensan en qué pueden hacer por los demás para eventualmente obtener su propio beneficio.  Usemos a Walmart como ejemplo: ¿Qué hacen por nosotros, los consumidores? Nos igualan los precios, nos permiten comprar a cualquier hora del día, tienen grandes inventarios, tratan de tenerlo todo en una misma tienda.  Características como esas hacen a esas grandes empresas diferentes a las demás.  Resultados: nosotros los consumidores gastamos buena parte de nuestro dinero y ellos duplican en ganancias sus inversiones.  Eso sucede exactamente con nosotros.  Cuando hacemos lo que nos gusta y queremos que los demás obtengan algún beneficio de lo que hacemos duplicamos nuestra satisfacción y en ocasiones los ingresos llegan por sí solos.  Recuerda que vivimos en sociedad, si Dios hubiese querido que vivieras solo para ti, habrías nacido quizás en Plutón o algo así, pero en nuestro Planeta debemos hacer cosas que disfrutemos, que los demás obtengan algún beneficio de lo que hacemos y que agrademos a Dios.  Solo así sentirás que tienes razones suficientes para vivir porque eres importante no solo para Dios y para ti,  también para todas esas personas que dependen de esas cosas que solo tú sabes hacer porque las haces con todo el amor que puedas tener.
Referencias:
Rick Warren, Una Vida con Propósito, Editorial Vida 2003. Pág.15
Paulo Coelho, Palabras esenciales, Vergara & Riba Editoras S.A. 1998. Pág. 13

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